Apenas leí las primeras páginas de El monarca de las sombras de Javier Cercas, quedé atrapado por su lectura. El autor nos presenta algo más que su visión sobre la guerra civil española. Las causas por las que decidió escribir sobre Manuel Mena son la excusa perfecta para irnos revelando parte de la historia. Desde el mundo interior de los personajes, nos ofrece diferentes perspectivas de la situación bélica que vivió España en los años treinta, una situación que dejó desolación y muerte. Para muchos, la lucha armada no terminó en 1939. La tragedia, de forma silenciosa, siguió existiendo dentro de ellos; fue un recuerdo triste que no los abandonó. A lo largo de la narración hay personajes entrañables como Blanca Mena, quien se traslada a vivir de Ibahernando a Gerona. A través de ella Cercas muestra la emigración con frases tristemente reales, me atrevería a decir que desgarradoras: “…haciendo lo posible por no advertir que vivía en Gerona, sino en el lugar en el que hizo las maletas…”.
El Pelaor es otra figura quien, con su mirada, con sus respuestas, transmite toda la aflicción que le ha dejado el conflicto. Como lo señala el propio Cercas: “…sus ojos se hunden en una tristeza tan sólida, tan pesada y tan profunda que parece imposible que un hombre solo pueda cargar con ella…”. Leer las descripciones sobre El Pelaor, es imaginarse a algún anciano de cualquier pueblo de España.
El autor va deconstruyendo a Manuel Mena, personaje central, cuya perspectiva varía al analizar sus acciones en función de las circunstancias en las cuales le tocó actuar. En la medida que la narración avanza, la visión de la guerra que pudo tener Manuel Mena se ve modificada por la abrumadora realidad; aquel hombre se aproximaba a una muerte sin sentido, injusta. La vida de los antepasados, en ocasiones, puede resultar incomprensible, se diría que, hasta incómoda, pero cuando se indaga sobre las motivaciones, es posible entender el porqué se toman decisiones en un determinado contexto. En El monarca de las sombras hay un análisis íntimo del autor sobre su tío Manuel Mena, quien fallece en una de las batallas. Es una revelación cercana, interesante, aguda, que va más allá de una simple anécdota familiar; es el análisis social y emocional de una época aciaga para los españoles. Javier Cercas nos muestra el lado humano de un conflicto.
El autor establece una conexión entre personajes de pequeñas poblaciones de España con los de La Ilíada y La Odisea de Homero, El desierto de los tártaros de Dino Buzzati, “Es glorioso morir por la patria” de Danilo Kiš, o con el pensamiento de Franz Kafka. Esta interrelación es importante, porque logra conectar de manera eficaz la literatura con sucesos que acontecieron en la realidad, asociación que puede tender a menospreciarse.
El monarca de las sombras es una novela amena en la que el lector se va integrando a medida que transcurre la historia haciéndonos reflexionar sobre las muertes inútiles que ocurren durante las guerras y las causas que, de manera inevitable, empujan a las personas a involucrase en ellas. Es una obra que obliga a voltear la mirada y ver nuestra propia historia. Merece la pena leerla y disfrutarla.
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