En los sucesos políticos que han sacudido al mundo, las vivencias individuales de quienes conforman las masas generalmente no tienen cabida en los libros de historia. Las personas guardan en su interior un cúmulo de remembranzas que, por diversas razones, muchas veces les cuesta contar. Los ancianos de hoy, que fueron los niños de ayer y que estuvieron en el epicentro de acontecimientos que marcaron el destino de diversos países, llevan consigo la huella indeleble de los recuerdos. Con un derroche de talento extraordinario, Mónica Montañés aborda este tema en el libro Los distintos (Ekaré, 2020).

La trama principal gira en torno a un niño y a una niña que son hermanos, Paquito y Socorritos, quienes vivieron La Guerra Civil española y el proceso migratorio por el que pasaron como consecuencia de la postura política de su padre; no obstante, hay una riqueza de contenido importante en este libro. La autora describe las penurias económicas, el hambre, la negación de las cartillas de racionamiento y la discriminación a la que fueron sometidos Paquito y Socorritos por el hecho de ser hijos de un “rojo”. La miseria de aquellos tiempos ronda en la mente de quienes la padecieron. Son evocaciones urentes que tal vez quisieran borrar de su memoria; temas que permanecen atorados en sus gargantas sin terminar de salir para decirlos de una sola vez.   

El padre de Paquito y Socorritos debe huir, lo que desemboca en la desintegración familiar y el impacto que esto tiene en los niños, incluso como los afecta de acuerdo con el sexo. Mónica Montañés no desperdicia la ocasión y aborda el tema de las cartas, exponiendo de forma subliminal el dolor de la separación, la angustia de la incertidumbre y el no saber si ese adiós de la partida sería el definitivo. Una situación que vivieron muchas familias en España, quienes esperaban con ansias la llegada de una correspondencia de América a donde emigraron un buen número de españoles en esa época.  Paquito y Socorritos recibieron cinco cartas en ocho años. ¡Esas cartas! ¡Aunque solo fuera una! Pensar en lo que significaron para tantas mujeres, para tantos hijos, para tantas madres. Hubo cartas que nunca llegaron.

Una vez en Venezuela el hambre dejó de ser un problema. Llegaron a una tierra de frutas exóticas, de abundancia, donde parecía que los bombillos no se apagaban nunca, donde podían hablar sin miedo; pero nunca más serían los mismos. Las circunstancias así lo habían impuesto.

Los distintos es una oportunidad excepcional para que las palabras de los abuelos que sufrieron en carne propia las penurias de una guerra, fluyan y puedan desembarazarse con serenidad de tanto dolor. Es una invitación para explicarle a los hijos, con un lenguaje acorde, la realidad que los circunda. Los niños se dan cuenta de lo que acontece a su alrededor, y en ese contexto, la explicación de los padres puede ser muy útil y contribuir a que la situación sea menos lacerante. Es un libro para conocer el pasado y mirar hacia el futuro.

Narrado a dos voces, Mónica Montañés usa un lenguaje sencillo y preciso con tal habilidad que puede leerlo tanto un niño como un adulto.  El mensaje, de una agudeza sutil, queda claro con independencia de la edad. Además, cuenta con unas muy bien logradas ilustraciones de Eva Sánchez Gómez que van en concordancia con el desarrollo del texto.

Los distintos es una forma diferente de contar la historia: más íntima, más cercana, más humana.


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