En mayo de 1989, en la población de Tarapoto, se llevó a cabo una masacre selectiva en la discoteca Las Gardenias contra homosexuales y transexuales. El hecho fue realizado por el grupo de extrema izquierda Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Este suceso fue el punto de partida para que el escritor Borja Goyenechea escribiera el cuento “De noche en Las Gardenias” publicado en su blog literario El Círculo.

El personaje central es Facundo, quien lleva el hilo conductor de la narración. En Tarapoto reinaba un miedo silente.  Algunos habitantes desaparecían de forma repentina sin explicación alguna. El protagonista, quien se encontraba desempleado, consiguió un oficio ayudando al dueño del bar Las Gardenias, un negocio del que desconocía inicialmente sus características. Los primeros días para Facundo resultaron incómodos. Ese contacto con hombres que de día llevaban una vida y en la oscuridad de la noche otra, representó el encuentro con un mundo que hasta ese momento le era ajeno. Las luces multicolores se encendían cuando se abría el local, eran los colores de la alegría, de la desinhibición, de la falsa libertad. Un ambiente que al comienzo le resultó molesto, pero que con el transcurrir del tiempo descubrió el lado humano de los personajes que acudían a aquel negocio.

A lo largo del relato aparecen historias desgarradoras. Facundo escuchaba con paciencia a los clientes del bar «Las Gardenias». Para quienes acudían a aquel negocio, el desahogo verbal con Facundo representaba una forma de dirigirse a esa masa humana incapaz de comprenderlos; a quienes llevaban una doble vida, les habría gustado contar sus historias y sus sentimientos libremente. 

Los miembros de la guerrilla habían estado vigilando a Facundo a quien presionaron.  Estaban llevando a cabo un plan de limpieza social y necesitaban la colaboración de él como empleado del bar. Le perdonaron la vida por no ser homosexual. El destino de quienes acudían a Las Gardenias estaba marcado.

La noche escogida un grupo de hombres encapuchados ingresaron al negocio. Una masacre fue consumada. Facundo huyó de aquel lugar. Era incapaz de reconocerse a sí mismo en su hogar, junto a su madre y sus hermanos cuando todavía conservaba la inocencia de la niñez. La percepción del mundo se le hizo inmensa y enigmática, igual que los caminos que atraviesan la selva. Facundo nunca volvería a ser el mismo ni retomar su antigua vida ni olvidarse de lo sucedido.

Borja Goyenechea deja constancia de un suceso abominable que no debe olvidarse jamás. “De noche en Las Gardenias” es un rechazo contundente a la barbarie.


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