La depresión es un tema frecuente hoy en día; sin embargo, puede no ser la idea central en la que suele basarse una obra literaria. Michel Houellebecq, en la novela Serotonina (Anagrama, 2019), aborda ese tópico a través del personaje protagónico Florent-Claude Labrouste, quien toma un medicamento que le afecta la libido. La historia es una mescolanza entre el trastorno psicológico del protagonista y problemas muy actuales de la sociedad contemporánea.

La edad madura tiene un peso fundamental en la trama. Hay una añoranza cargada de tristeza y también de temor por los sueños de la juventud, por esa solidaridad cómplice que se establece en esa etapa de la vida.  Al tratar la sexualidad, la narración se torna directa, se diría que hasta atrevida. Se establece una relación franca entre los años de la persona y el sexo, entre el paso del tiempo y la nostalgia por el amor que pudo haber sido y no fue.  Hay una combinación de recuerdos cargados de pena, de miedos; un deseo triste por alcanzar lo que ya es un imposible.

 El paro forzoso es otro de los pilares en los que se apoya la trama y es de vital importancia, porque forma parte de la cotidianidad en una población que todavía tiene mucho que dar, lo que contribuye a trastocar la vida de los desempleados y sus familias. Esta situación, al igual que otras, es uno de los grandes problemas de los tiempos actuales y no deja de ser interesante que sea un autor francés quien lo aborde.

La soledad ha pasado a convertirse en un terrible mal de quienes viven en las grandes ciudades, incluso, las tradiciones establecidas socialmente son una pesada carga para quienes encuentran en ellas un recuerdo colectivo de su infortunio.

Serotonina, no es pesada de leer; por el contrario, es una obra interesante. Houellebecq lleva con acierto el hilo narrativo para no espantar al lector al tocar temas usuales y que muchas veces preferimos no enfrentarlos. Entre las historias de los personajes encontramos intercalados aspectos políticos, económicos y sociales.

Un lector puede inferir al leer esta novela que hay una reivindicación de la familia tradicional, de la heterosexualidad y de la procreación de los hijos por medios naturales. Esto lo hace desde el más absoluto respeto y con la mayor sutileza.

Serotonina es más que depresión, es carearnos con los grandes males de la sociedad contemporánea europea.


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