La historia que se narra en Pura pasión (Tusquets Editores, 2019), puede resultar más común de lo que se pudiera pensar y que, sin embargo, nadie o muy poca gente se atreve a contar. Annie Ernaux con un lenguaje sencillo expone con naturalidad una situación a la que se habrán enfrentado muchas mujeres.
La narración pone de manifiesto el atractivo que surge entre una mujer madura y un diplomático y que puede confundirse con un enamoramiento que pudiera tildarse de absurdo, incluso de obsesivo. Entre los personajes hay una conexión basada en el atractivo físico, en el deleite sexual. Es la relación de dos amantes y lo que ello conlleva. Ernaux describe sin fingimientos la ansiedad de la espera por el hombre al que se ama, pero que en este caso no es más que un extraño. La protagonista comparte con el lector sus sentimientos y deseos íntimos, las emociones que en el día a día se viven en silencio.
Situaciones como estas son frecuentes, pero tienden a ocultarse por la reacción que pueden originar en el entorno en el que nos desenvolvemos. Merece la pena señalar la frase de la autora: Sin duda, para evitar que me juzgaran. También porque padres e hijos son los que menos pueden aceptar sin malestar la sexualidad de quienes carnalmente les son más cercanos y les están siempre más prohibidos.
Hay reflexiones en este texto sobre el oficio de escribir que no deben dejarse pasar de manera desapercibida, entre otras, podemos citar: Los juicios, los valores “normales” del mundo se van aproximando ante la perspectiva de una publicación. (Es posible que la obligación de contestar a preguntas del tipo “¿se trata de algo autobiográfico?”, de tener que justificarse por esto o por aquello, impida que libros de todo tipo salgan a la luz si no es en forma de novela, donde quedan a salvo las apariencias.)
Pura pasión es un libro corto, ameno, con un planteamiento libre de prejuicios y que transmite sinceridad por parte de la autora.
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