El amor, la pasión y el deseo son los tres elementos fundamentales en los que se apoya el escritor José Carlos Llop para escribir su novela Oriente. A medida que se avanza en la lectura, la curiosidad atrapa al lector, a lo que contribuye una redacción ágil. Es inevitable no meditar sobre los temas que el autor plantea.
Cada persona puede tener una definición del amor, o simplemente, verlo desde diferentes perspectivas. En el caso que nos ocupa, creo que Llop, se basa más en la pasión que queda enmascarada por el amor. Hay una fusión revitalizadora entre estos elementos en el que hay que incluir el deseo, incluso, diría que llega a plantearse como se confunde una cosa con la otra. El autor establece una conexión sutil con el lector, quien va reflexionando hasta qué punto, en un matrimonio, podemos hablar de amor o desamor, o hasta dónde tiene sentido mantener en el tiempo una pareja en la que la pasión ha desaparecido.
Hay amoríos que marcan la vida, tal y como sucede con los padres del protagonista, con él mismo y con Miriam. Los amantes, por los que se siente un deseo y una pasión intensa, despiertan un sentimiento vehemente. Podrán volver a verse alguna vez, siempre de forma fugaz, muchas veces clandestinas. En un amor imposible, es la inviabilidad lo que le da la intensidad a la relación. Si ese vínculo pasional se consolidara, probablemente perdería toda su magia, porque la pasión iría apagándose paulatinamente y entonces, moriría eso que en algún momento se definió como amor. El recuerdo excitante de lo que pudo haber sido y no fue permanece como una luz interior en quienes han vivido la experiencia. Resulta interesante que, a pesar del tiempo y la distancia, algunos de los personajes mantengan un diálogo ficticio, una especie de monólogo con el amante ausente para que ese amor imposible y esa pasión fortuita permanezcan a pesar de las circunstancias.
Llama la atención el uso reiterado que hace José Carlos Llop de la mirada como reflejo de la felicidad que produce tener un amante, incluso, que delata de manera traviesa la infidelidad. El autor menciona a diferentes personajes ligados al mundo literario y las probables relaciones pasionales que pudieran haber tenido para demostrar que en este tema la historia siempre es la misma.
Oriente, es una novela para formularnos preguntas y contestarnos a nosotros mismos. Es hacer una introspección a nuestras vivencias, y a partir de allí, elaborar un muy individual concepto del amor, la pasión y el deseo. Esta obra permite cavilar en silencio sobre si hemos vivido o sobrevivido, lo que sin duda nos deparará una respuesta muy íntima.
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