París siempre valía la pena (Kálathos ediciones, 2021) de Alejandro Padrón es una novela en la que vamos descubriendo facetas desconocidas de Ernest Hemingway. El célebre escritor norteamericano y su obra póstuma París era una fiesta, constituyen el eje inspirador de este libro. El lector tendrá la oportunidad de aproximarse gradualmente a este connotado personaje durante su permanencia en París en los años veinte. A lo largo de la narración aparecerán aspectos interesantes del entonces joven escritor no revelados en la publicación póstuma de París era una fiesta.

Hemingway era un amante de los deportes de riesgo, pero hay dos aficiones que destacan: el boxeo y los toros. No deja de sorprender que aquel hombre que empezaba a descollar en la literatura, hasta convertirse en uno de los grandes escritores a nivel mundial, le gustara boxear; que se emocionara viendo una pelea de boxeo o los encierros de San Fermín en Pamplona, España. Era un apasionado de actividades en las que la sangre rutilante podía correr como presagio de la muerte, mientras la adrenalina inundaba su propio cuerpo. Su aspecto era el de una persona ruda, carismática, fría. Su atractivo físico lo ayudaba a no pasar desapercibido en ninguna parte. La inclinación por el peligro inminente y sus cualidades literarias son una combinación curiosa que dejan cavilando al lector. Uno se pregunta si detrás de la imagen que transmitía, no había un Hemingway emocionalmente débil que buscaba protegerse del entorno de alguna manera hostil en el que se desenvolvía.

La camaradería y los desencuentros que tuvo con destacados escritores, en algún momento amigos suyos, tales como:  Sherwood Anderson, Gertrude Stein, Francis Scott Fitzgerald o James Joyce, son también una forma de mostrar rasgos de su carácter. A medida que se avanza en la lectura surge la interrogante sobre qué eventos son ficticios o cuáles sucesos son hechos reales insertados dentro del ambiente novelesco.

La relación con sus padres dejó una huella imborrable que no puede dejarse por fuera. Esto es importante por la personalidad de Ernest Hemingway, por lo que fue su vida y por los cuadros depresivos que sufrió a lo largo de su existencia.

París siempre valía la pena es una novela grata de leer en la que se pueden encontrar acontecimientos no descritos en París era una fiesta.


0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *