El libro Un día de estos (Kálathos Ediciones, 2022) de Max Römer Pieretti se caracteriza por su densidad narrativa. Hay una escritura elegante y finamente hilvanada que el autor aprovecha para establecer un puente efectivo con el lector. Las palabras plasmadas en el papel no son más que la expresión de la profundidad de pensamiento de Römer Pieretti. Hay que leerlo en entrelíneas, porque dice mucho más de lo que está escrito. Es un texto agudo y valiente.

Las manos, esas manos que Römer Pieretti menciona de forma recurrente, son las que le permiten verter como ríos de tintas sobre los folios, sentimientos y emociones en medio de los cuales se consolida el tema central de la obra: la reivindicación de la familia.

Un día de estos está escrito desde los recuerdos y los sueños. En ese mirar hacia atrás, descubrimos a los ancestros que se proyectan hacia el futuro para convertirse en los faros que nos orienten cuando estemos perdidos en medio del océano, que no es otra cosa que la cotidianidad de nuestras vidas.

El hombre como padre tiene una presencia muy marcada en el texto.  La figura materna aparece definida de forma excelsa, destacando el rol de la mujer como eje fundamental alrededor del cual se aglutina la familia. Se pudieran citar muchas frases al respecto, una de ellas, es la siguiente: “Familia eres tú, la madre. Ser centrífugo y centrípeto, núcleo de afectos, distribuidor de sensaciones, árbitro sin silbato, césped siempre verde”.

No se puede dejar por fuera la inmigración y lo que conlleva. Esas separaciones forzadas por las circunstancias se ven paliadas por los avances tecnológicos; sin embargo, la necesidad de un abrazo no deja de estar presente. El tiempo, los años que nos caen encima, la niñez, las huellas que dejamos, el amor, la necesidad de la fe, el derecho a soñar, son algunos de los temas que cobran importancia a lo largo de la narración.

En este libro, el lector descubre a un narrador sensible que se fija en los detalles, en esos detalles que por pequeños que sean, dicen mucho de las personas, de las situaciones, incluso de las ciudades.  

Esta obra son remembranzas y vivencias. Es un canto al optimismo y al derecho a soñar. Es un texto con sabor a familia, a amigos, a recuerdos gratos. Uno puede leer estas páginas un día de estos y tenerlas presentes el resto de los días.

Imagen tomada junto a la escultura Järnpojke ubicada en Estocolmo, Suecia, y realizada por Liss Eriksson.

Imagen tomada junto a la escultura Järnpojke ubicada en Estocolmo, Suecia, y realizada por el escultor Liss Eriksson.


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