El libro de relatos, El rey siempre está por encima del pueblo (Alfaguara, 2018), del escritor peruano Daniel Alarcón, es un texto que atrapa desde el inicio. Es importante destacar la estructura narrativa que utiliza; de forma ágil, densa, fluida, reflexiva y amena, la narración discurre rebosante de detalles sin permitir que el lector se extravíe en la trama. Los intríngulis familiares que permanecen soterrados en cada uno, los sentimientos y anhelos de quienes, viviendo en un pueblo desean emigrar a una gran ciudad, y luego, vuelven a su lugar de origen, la malicia de la calle, la violencia, la corrupción y la debastadora política latinoamericana son temas que se abordan en esta obra. Es digno de destacar las agudas reflexiones con las que el autor, a pesar de su juventud, nos sorprende. A medida que se avanza en la lectura, queda la sensación de que el escritor está sentado al lado de uno, contándole las historias, incluso como si fuera posible hablar con él.
Todos los relatos son buenos, sin embargo, voy a destacar algunos:
- En «Los miles», la simpleza de las palabras no constituye una excusa para expresar los sentimientos que tienen que ver con la capacidad de lucha, con la solidaridad de la pobreza, con las ganas de buscarse un lugar en la vida; esas luchas que van quedando como ejemplo para conseguir los objetivos trazados.
- «El Puente» es un relato en el que Alarcón hace gala de sus destrezas narrativas, para abordar las interacciones familiares con un hijo invidente, concebido tardíamente por un padre ya anciano.
- Cada cuento es una oportunidad que el escritor no desaprovecha para exhibir sus cualidades, y «Los Provincianos» no es la excepción. Logra ubicarnos en diferentes escenarios y, desde ellos, mostrarnos que la vida es una actuación constante. A través de los diálogos, hurga con agudeza en los sentimientos que genera la migración.
- La historia de un ciego y su lazarillo pone en evidencia la inteligencia que es necesario exprimir para sobrevivir, la picardía que solo es posible adquirir en la calle, y eso lo logra en el relato «República y Grau».
Sin duda, Daniel Alarcón es un joven escritor que promete mucho.
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